Tratamiento quirúrgico de la diabetes tipo 2

El tratamiento quirúrgico de la diabetes tipo 2, también conocido como cirugía metabólica o popularmente conocida como «cirugía del azúcar», se refiere a los métodos de tratamiento destinados a controlar el azúcar en sangre mediante ciertos procedimientos quirúrgicos destinados a controlar el azúcar en sangre mediante ciertos procedimientos quirúrgicos dirigidos al estómago y los intestinos.

Uzm. Dr.
Yüksel Çiçek
Medicina interna (Medicina interna)

Yayın tarihi:

19/5/2025 3:40 PM

Definición y descripción general

Tratamiento quirúrgico de la diabetes tipo 2, también conocido como cirugía metabólica o conocida popularmente como «cirugía del azúcar» se refiere a los métodos de tratamiento destinados a controlar el azúcar en la sangre mediante ciertos procedimientos quirúrgicos destinados a controlar el azúcar en la sangre mediante ciertos procedimientos quirúrgicos para el estómago y los intestinos. Este enfoque nació principalmente de la cirugía de la obesidad; tras observar que la diabetes mejoraba considerablemente en los pacientes con diabetes tipo 2 sometidos a cirugía de la obesidad, se desarrollaron técnicas quirúrgicas especiales para controlar la diabetes. Como parte del tratamiento quirúrgico de la diabetes, se realizan operaciones que cambian el equilibrio hormonal del tracto gastrointestinal. Por lo tanto, la secreción de insulina por el páncreas aumenta, la sensibilidad del cuerpo a la insulina aumenta y los niveles de azúcar en sangre pueden reducirse permanentemente a valores cercanos a lo normal. Con estos métodos quirúrgicos, en una proporción significativa de pacientes con diabetes tipo 2, se elimina en gran medida la necesidad de medicamentos antidiabéticos orales o insulina, incluso la enfermedad remisión Puede entrar en un período de (recuperación total).

La cirugía metabólica no es un tipo único de cirugía, sino un grupo de cirugías. Entre los métodos más comúnmente aplicados Bypass gástrico en Y de Roux, minibypass gástrico, interruptor duodenal y ganando popularidad en los últimos años interposición ileal con tránsito biparticional Se pueden contar las cirugías. Lo que tienen en común estas cirugías es que influyen positivamente en las hormonas intestinales (como las incretinas) que regulan el apetito y el azúcar en sangre a través de cambios en el estómago y el intestino delgado. Por ejemplo, crear una nueva conexión que permita que los alimentos lleguen más rápido a la parte final del intestino delgado (bipartición de tránsito) o tomar un trozo de la parte final del intestino delgado y colocarlo en la parte inicial (interposición ileal) son algunos de estos métodos. Como resultado de estas operaciones GLP-1 Las hormonas que aumentan la secreción de insulina, como la insulina, se liberan más y mejora el control del azúcar en sangre.

En resumen, el tratamiento quirúrgico de la diabetes tipo 2 se destaca como una poderosa opción de tratamiento que altera el metabolismo en pacientes elegibles que no pueden controlar el azúcar en sangre con los métodos clásicos (dieta, ejercicio, medicación).

¿Cómo se hace?

Las operaciones quirúrgicas metabólicas generalmente se realizan mediante el método laparoscópico (cerrado) y pueden durar de 2 a 4 horas, según la técnica aplicada. La elección del método quirúrgico a utilizar se determina mediante una evaluación conjunta del cirujano y el endocrinólogo, teniendo en cuenta el estado de salud, el peso, el nivel de diabetes y otras enfermedades concomitantes del paciente. Si hablamos brevemente de los principales métodos aplicados:

  • Bypass gástrico (Roux-en-Y): Se forma una pequeña bolsa en la parte superior del estómago y una sección del intestino delgado se conecta directamente a esta bolsa. Por lo tanto, se reduce la cantidad de alimento ingerido y el alimento pasa más rápido a los segmentos avanzados del intestino delgado, lo que desencadena la liberación de hormonas. Es un método clásico y eficaz para controlar la diabetes tipo 2.

  • Interruptor duodenal: En la primera etapa, se realiza una cirugía gástrica por sonda, tras lo cual se desactiva una gran parte del intestino delgado, lo que acorta el flujo de alimentos. Es muy eficaz en pacientes con diabetes de alto peso, ya que también se reduce la absorción de los alimentos ingeridos. Pero debido al riesgo de deficiencias de vitaminas y minerales, su seguimiento requiere rigor.

  • Interposición ileal: Se corta un segmento de la última parte del intestino delgado, colocándolo en la parte inicial después del duodeno. De esta forma, los nutrientes entran en contacto con la última parte del intestino antes de lo habitual y aumenta la secreción de la hormona GLP-1. Por lo general, la sonda se realiza en combinación con una cirugía gástrica. Este método se usa en algunos centros de nuestro país, especialmente en pacientes con un IMC <35 y diabetes no controlada.

  • Tránsito biparticional: Además de la cirugía gástrica tubárica, se establece una conexión (anastomosis) desde la parte media del intestino delgado hasta su parte final. Por lo tanto, la comida va tanto por el camino habitual como por el nuevo camino parcialmente acortado. El objetivo es conectar la última parte del intestino delgado con los alimentos de manera temprana y aumentar la liberación de hormonas. Este método también es una técnica relativamente nueva y prometedora.

Todas estas operaciones se realizan bajo anestesia general. El proceso de curación es más rápido en comparación con la cirugía abierta, ya que durante la cirugía se proporciona acceso al estómago, los intestinos y otros órganos mediante instrumentos laparoscópicos. El cirujano realiza con cuidado pasos tales como cortar y suturar el estómago de acuerdo con el procedimiento elegido, creando nuevas conexiones en los intestinos. Dado que estas cirugías son técnicamente similares a la cirugía de la obesidad, el proceso quirúrgico y los tiempos de estancia en el hospital son similares.

Una vez finalizada la operación, se despierta al paciente y, cuando sus signos vitales se han estabilizado, lo llevan a la sala. Pacientes que normalmente se someten a una cirugía metabólica De 3 a 5 días le hicieron un seguimiento en el hospital. Durante este tiempo, los niveles de azúcar en sangre se controlan de cerca; la mayoría de los pacientes experimentan o no necesitan dosis muy bajas de insulina o píldoras inmediatamente después de la cirugía. En el postoperatorio, la nutrición se inicia principalmente con alimentos líquidos y la dieta se avanza gradualmente, como en otras cirugías bariátricas (fases de nutrición líquida, en puré, blanda y sólida). Cuando el paciente es dado de alta, los medicamentos para la diabetes se regulan de acuerdo con la nueva situación (a menudo reduciendo o interrumpiendo las dosis) y se le proporciona una formación detallada sobre el plan de nutrición.

¿Para quién es adecuado?

La cirugía metabólica no es un método que se pueda aplicar a todos los pacientes con diabetes tipo 2. Los candidatos adecuados suelen tener las siguientes características:

  • Personas con diabetes tipo 2 con un índice de masa corporal alto: Los pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 35 y con diabetes tipo 2 son los mejores candidatos para el tratamiento quirúrgico. Su objetivo es eliminar el exceso de peso en estas personas y mejorar la diabetes. En pacientes diabéticos con un IMC superior a 40, la cirugía metabólica tiene tasas de éxito mucho más altas que los tratamientos clásicos.

  • Obesidad moderada (IMC 30-35) y diabetes no controlada: El IMC oscila entre 30 y 35, y también se puede evaluar a los pacientes que, a pesar de tomar medicamentos, no pueden regular el azúcar en sangre, tienen una resistencia a la insulina muy alta y han iniciado complicaciones debido a la diabetes. En particular, la cirugía metabólica puede ser una opción en pacientes con niveles altos de HbA1c a pesar de usar insulina. En este grupo, la decisión es más rigurosa; no todos los centros pueden realizar cirugías dentro de este rango de IMC.

  • Qué es lo que el páncreas aún puede producir insulina: Para que los pacientes con diabetes tipo 2 se beneficien del tratamiento quirúrgico, el páncreas aún debe tener suficientes reservas de insulina. En los pacientes que han padecido diabetes durante más de 10 años y cuyo nivel de péptido C es muy bajo (es decir, el organismo apenas puede producir insulina), las probabilidades de éxito de la cirugía disminuyen. Por lo tanto, la capacidad pancreática del paciente se mide realizando una prueba de péptido C en la evaluación del candidato.

  • Aquellos que no tienen una edad muy avanzada y cuyo estado general de salud es susceptible de cirugía: Por lo general, los pacientes con diabetes de entre 18 y 65 años se consideran adecuados. En pacientes mayores de 65 años, la decisión se toma en función de su condición individual. Además, no deben existir afecciones que puedan aumentar el riesgo de cirugía, como la insuficiencia cardíaca grave o las enfermedades psiquiátricas no controladas.

  • Personas que no tienen diabetes tipo 1: La cirugía metabólica no se realiza en pacientes con diabetes tipo 1 (es decir, el páncreas no puede producir insulina en absoluto). Solo se puede considerar en la diabetes de tipo 2 y, en raras ocasiones, en algunos tipos especiales de diabetes que no son del tipo 1 (por ejemplo, los tipos poco frecuentes de diabetes asociados con la obesidad).

Cada paciente debe ser evaluado individualmente por un equipo multidisciplinario y se debe realizar un análisis de riesgo-beneficio del tratamiento quirúrgico. El tratamiento quirúrgico de la diabetes es una buena opción a tener en cuenta, especialmente en pacientes con un índice de masa corporal elevado, pero la selección de los pacientes es una de las claves más importantes para el éxito.

Posibles riesgos y complicaciones

La cirugía metabólica conlleva riesgos similares, ya que forma parte de la cirugía bariátrica. Si bien estos riesgos pueden variar según el tipo de cirugía y el estado de salud general del paciente, las tasas de complicaciones graves son bajas cuando las realizan cirujanos con experiencia. Sin embargo, los principales riesgos sobre los que se debe informar a los pacientes son:

  • Riesgos quirúrgicos (fugas, hemorragias, etc.): Al igual que en la cirugía gástrica tubárica, existe el riesgo de goteo (pérdida del contenido del estómago hacia el abdomen) si se corta el estómago y se vuelve a unir como parte de la operación. Existe un riesgo similar de fugas en los sitios de la anastomosis (nueva conexión) con el intestino. Estos riesgos suelen ser inferiores al 2%, pero si se presentan, es posible que se requieran cuidados intensivos y una nueva cirugía. También existe el riesgo de sangrado durante o después de la operación. Para minimizar el riesgo de hemorragias y fugas, se comprueban todas las conexiones durante la cirugía y se toman las precauciones necesarias.

  • Infección y abscesos en el abdomen: Debido tanto a la fuga del contenido estomacal/intestinal como a la zona quirúrgica, existe el riesgo de una infección intraabdominal. Esto, a su vez, a veces puede conducir a la formación de abscesos en el abdomen. Para reducir el riesgo de infección, se administran antibióticos profilácticos (preventivos) y, durante la cirugía, se presta la máxima atención a la esterilidad.

  • Lanzamiento de coágulos (embolia): La obesidad y la diabetes aumentan el riesgo de formación de coágulos. Además de la inmovilidad posoperatoria, el riesgo de que se forme un coágulo en los vasos de las piernas y lo expulse al pulmón (embolia pulmonar) también es un problema importante después de una cirugía metabólica. Con medidas anticoagulantes (aguja, medias para varices) y una movilización temprana, este riesgo se reduce a niveles bastante bajos.

  • Problemas de nutrición y absorción: Especialmente con las técnicas de bypass (bypass) en los intestinos, se pueden observar deficiencias de vitaminas y minerales a largo plazo, ya que se acorta la ruta de absorción de los alimentos. La absorción de sustancias como la vitamina B12, el hierro, el calcio y la vitamina D puede disminuir. Es posible que los pacientes deban tomar suplementos vitamínicos de por vida y hacerse un seguimiento con análisis de sangre periódicos. También en algunos pacientes síndrome de dumping Se puede experimentar la llamada disminución repentina del azúcar después de comer y una sensación de malestar (especialmente después de un bypass gástrico). El síndrome de evacuación compulsiva se puede controlar con ajustes en la dieta.

  • Cambio en los hábitos intestinales: Los pacientes después de una cirugía metabólica pueden presentar inicialmente quejas como diarrea o, por el contrario, estreñimiento. Por ejemplo, el consumo de alimentos grasos puede provocar diarrea intensa porque la absorción de grasa se reduce después de las cirugías que implican más derivaciones intestinales, como el cambio duodenal. Por lo general, estos problemas se controlan cuando se mantiene una nutrición adecuada con asesoramiento dietético.

  • Hernias (hernias): Aunque las incisiones que se hacen en la pared abdominal son pequeñas, con una pérdida de peso rápida, algunos pacientes pueden desarrollar una hernia en el sitio de la incisión. Además, el tipo de hernia que puede producirse como resultado del desplazamiento de los intestinos, denominada hernia interna, se puede observar a largo plazo, aunque rara vez a largo plazo, especialmente después de operaciones como el bypass gástrico. Este riesgo se minimiza con la técnica quirúrgica.

  • Control inadecuado de la diabetes o recaída: Si bien la cirugía metabólica puede corregir en gran medida la diabetes tipo 2, en algunos casos es posible que no se logre la respuesta esperada. Especialmente en pacientes con una reserva pancreática muy reducida o en aquellos con un período de diabetes muy prolongado, es posible que se produzca una mejoría parcial del azúcar en sangre, pero es posible que no se logre una remisión completa. Además, aunque la remisión se logre en los primeros años, en muy raras ocasiones los síntomas de la diabetes pueden reaparecer años después. Esta afección generalmente se asocia con la recuperación del peso del paciente; mantener un estilo de vida saludable minimiza este riesgo.

Todos estos riesgos se explican detalladamente al paciente antes de la operación. Debe recordarse que la diabetes tipo 2 en sí misma es una enfermedad que provoca graves daños en los órganos y puede acortar la esperanza de vida. Los riesgos bajos que conlleva la cirugía metabólica suelen ser inferiores a los riesgos a largo plazo de la diabetes (ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, etc.). De hecho, las publicaciones internacionales muestran que estas cirugías son bastante seguras en centros con experiencia; las tasas de complicaciones graves están por debajo del 1%, mientras que el riesgo de muerte es inferior a uno entre mil.

Proceso de curación

El proceso de recuperación después de los procedimientos quirúrgicos para la diabetes tipo 2 es generalmente similar al de otras cirugías gastrointestinales. Las fluctuaciones de la glucosa en sangre del paciente, que se controlan de cerca en el hospital durante los primeros días después de la cirugía, se controlan con mediciones periódicas. Por lo general, incluso en los primeros días de la cirugía, el nivel de azúcar en sangre del paciente se acerca a los valores normales; si usa insulina, las dosis pueden reducirse considerablemente o suspenderse por completo. Este efecto rápido es uno de los aspectos más llamativos de la cirugía metabólica.

Durante la estancia en el hospital, el paciente recibe alimentos líquidos. Al igual que después de una sonda gástrica o un bypass gástrico, los pacientes que se someten a una cirugía de diabetes ingresan en un programa de nutrición gradual:

  1. Período fluido: La primera semana comienza a alimentarse con líquidos claros, agua, compotas sin azúcar y sopas sin granos.

  2. Período de puré: En la segunda y tercera semana, cambiamos a alimentos licuados, yogures, sopas en puré y alimentos de consistencia blanda.

  3. Período blando: Entre la semana 3 y 6, se consumen alimentos sólidos blandos, alimentos triturables bien cocidos.

  4. Período sólido: Después de aproximadamente 6 a 8 semanas, se realiza la transición a alimentos sólidos saludables normales.

Este proceso de transición se ajusta cada semana bajo el control de un dietista. El objetivo es tanto adaptarse al nuevo sistema estomacal/intestinal como garantizar que el cuerpo reciba los nutrientes que necesita. Se evita la actividad física intensa en las primeras semanas después del alta del paciente, con la excepción de las caminatas ligeras y rápidas. Después de 4 a 6 semanas, se pueden iniciar gradualmente más ejercicios activos con la aprobación del cirujano.

La pérdida de peso de los pacientes sometidos a cirugía metabólica también comienza simultáneamente, ya que en la mayoría de los métodos se reduce el volumen del estómago. En los primeros 3 a 6 meses, la mayoría de los kilos de más se desprenden, mientras que la progresión del daño orgánico causado por la diabetes se detiene e incluso comienza a retroceder. A medida que se controla el azúcar en sangre, los niveles de energía de los pacientes aumentan y su vida diaria mejora notablemente. En el caso de problemas como los trastornos de la visión debidos a la diabetes, también es posible que se produzcan daños en los nervios, que se detenga el progreso o que se revierta parcialmente.

En el postoperatorio, los pacientes son monitoreados regularmente. Durante el primer año, los chequeos suelen programarse en los meses primero, tercero, sexto y duodécimo. En estos controles, los análisis de sangre controlan el hambre o la saciedad del paciente, el nivel de azúcar en sangre, la HbA1c (promedio trimestral de azúcar), los niveles de vitaminas y la función renal. Se reorganiza el uso del medicamento. Por ejemplo, si está tomando medicamentos para la presión arterial o el colesterol, es posible que estos medicamentos ya no sean necesarios junto con la pérdida de peso.

Psicológicamente, está entrando una nueva era para los pacientes que han usado agujas de insulina durante muchos años o que han vivido con las restricciones de la diabetes. Estos pacientes también reciben apoyo psicológico en los casos necesarios y se les fomenta la continuación de un estilo de vida saludable. El seguimiento por parte de un dietista es fundamental, especialmente para ajustar las porciones de alimentos y establecer un hábito alimenticio equilibrado. La cirugía es un comienzo; el principal éxito se produce cuando el paciente adopta este nuevo patrón metabólico como forma de vida.

Cirugía de diabetes en el Hospital Central de Estambul

El Hospital Central de Estambul ofrece esperanza a sus pacientes con su personal experto y su infraestructura tecnológica avanzada en el campo del tratamiento quirúrgico de la diabetes tipo 2. La decisión sobre la cirugía metabólica en nuestro hospital la toma una junta multidisciplinaria que incluye endocrinólogos, cirujanos generales con experiencia en cirugía de la obesidad, nutricionistas y dietistas, así como cardiólogos y psicólogos. Cada paciente es evaluado individualmente; se decide si la cirugía es apropiada, teniendo en cuenta la duración de la diabetes, las complicaciones existentes, el índice de masa corporal y el estado general de salud.

Cuando se toma la decisión de operar, el proceso de la operación se explica detalladamente a nuestros pacientes. Las técnicas quirúrgicas más actualizadas y eficaces se utilizan en las cirugías de diabetes tipo 2 que se realizan en el Hospital Central de Estambul. Nuestros cirujanos tienen experiencia tanto en métodos estándar, como el bypass gástrico, como en técnicas avanzadas, como la interposición ileal y la bipartición del tránsito. Las cirugías se realizan en nuestros quirófanos totalmente equipados, utilizando el método laparoscópico y con la ayuda de modernos sistemas de imágenes. Durante la cirugía, se utilizan dispositivos avanzados de anestesia y monitoreo para la seguridad de nuestros pacientes, cada etapa se controla cuidadosamente.

Después de la cirugía, nuestros equipos de cuidados intensivos y servicios supervisan de cerca a nuestros pacientes que se someten a una cirugía de diabetes. Los cambios en el azúcar en sangre y la ingesta de líquidos se controlan cuidadosamente, especialmente durante las primeras 48 horas. Nuestros enfermeros especializados en diabetes enseñan a nuestros pacientes si deben hacerse una medición del nivel de azúcar en sangre después de la cirugía, la nueva dosis del medicamento y la nutrición. Durante el proceso de alta, nuestros pacientes reciben una guía completa sobre lo que deben tener en cuenta en su nuevo estilo de vida.

El seguimiento postoperatorio en el Hospital Central de Estambul es una parte integral del éxito. Por lo tanto, invitamos a nuestros pacientes a hacerse chequeos periódicos para controlar su peso, sus valores de azúcar en sangre y sus tendencias generales de salud. Nuestro departamento de Nutrición y Dieta les ayuda a desarrollar hábitos alimenticios adecuados al mantenerse en contacto con nuestros pacientes durante cada período postoperatorio. También apoyamos a nuestros pacientes con programas de ejercicio y recomendaciones de estilo de vida cuando es necesario.

La mayor felicidad para nosotros es que nuestros pacientes que han recuperado su salud mediante una cirugía para la diabetes tipo 2 puedan iniciar una nueva vida sin las limitaciones de la diabetes, despidiéndose de las agujas de insulina. En el Hospital Central de Estambul, seguimos apoyando a nuestros pacientes con todo nuestro conocimiento y compasión para lograr este objetivo.

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