Cirugía gástrica por sonda
La gastrectomía en manga es un método quirúrgico que se usa para tratar la obesidad, que consiste en extraer una gran parte del estómago y colocarla en un tubo mediante la extracción de una gran parte del estómago.
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19/5/2025 3:40 PM

Definición y propósito
Cirugía gástrica por sonda (gastrectomía en manga) es un método quirúrgico que se usa en el tratamiento de la obesidad, que consiste en estrechar el tubo del estómago mediante la extirpación de una gran parte del estómago. Como resultado de esta operación, el volumen del estómago se reduce en aproximadamente un 80%, dejando solo un tubo gástrico delgado en forma de plátano. Gracias a esto, la persona siente saciedad con mucha menos comida y comienza a adelgazar. Encogimiento del estómago, además de saciarse con menos comida, conocida como hormona del hambre Grelina debido a la eliminación de la parte secretora, también conduce a una disminución pronunciada del apetito. El objetivo principal de la cirugía gástrica por sonda es eliminar el exceso de peso de los pacientes, mejorar los problemas de salud como la diabetes relacionada con la obesidad (diabetes), la hipertensión arterial, la apnea del sueño y los problemas articulares y mejorar la calidad de vida. Esta cirugía no es una estética adelgazante, sino un método de tratamiento metabólico con necesidad médica.
¿Cómo se hace?
La cirugía tubular del estómago es casi siempre en la actualidad método laparoscópico (cerrado) se lleva a cabo con. En la cirugía bajo anestesia general, se insertan instrumentos quirúrgicos largos y una cámara a través de 4-5 incisiones pequeñas que se abren en la pared abdominal. El cirujano sutura aproximadamente entre el 75 y el 80% del estómago con dispositivos especiales de grapadora (grapadora) a lo largo del borde grande del estómago. La sección cortada del estómago se extrae por fuera del abdomen, dejando el estómago en forma de un tubo delgado. Este tubo asegura la continuidad del aparato digestivo desde el estómago, el esófago hasta el intestino delgado, pero la ingesta de alimentos está muy restringida porque su capacidad es demasiado pequeña. Durante la cirugía, se coloca un tubo de calibración dentro del estómago para determinar el tamaño del volumen del estómago, de modo que se mantenga idealmente el ancho del nuevo estómago.
La operación suele ser 1-2 horas dura. Debido a la laparoscopia, no hay grandes incisiones en el abdomen, lo que significa menos dolor durante la cirugía y una curación más rápida. Al final de la operación, se realiza una comprobación de hermeticidad (en la mayoría de los centros, se realiza una prueba de estanqueidad en la línea suturada del estómago). Si todo está en orden, las incisiones se suturan y se cierran. Después de despertarse de la anestesia, se lleva al paciente a su habitación y se le anima a levantarse y caminar lo antes posible. La duración de la hospitalización después de la cirugía gástrica tubárica suele ser 2 a 4 días. Durante este período, el paciente recibe alimentos líquidos y se controla si su nuevo estómago tolera estos líquidos. Antes del alta, el paciente recibe formación dietética; se le explica en detalle qué alimentos, durante cuánto tiempo y cómo consumirlos.
¿Para quién es adecuado?
La cirugía gástrica por sonda se considera para pacientes obesos con un índice de masa corporal muy alto y que no pueden tener éxito con otros métodos para perder peso. Las siguientes son las situaciones que pueden ser candidatas:
- Índice de masa corporal (IMC) demasiado alto: Las personas con un IMC de 40 o más (obesidad mórbida) o aquellas que tienen un IMC superior a 35 y tienen problemas de salud graves como diabetes relacionada con la obesidad, hipertensión y apnea del sueño son candidatos adecuados para esta cirugía. (Por ejemplo, una persona de 1,60 kg de estatura mide 102 kg o más, o 1,75 pesa 122 kg y más significa un IMC de aproximadamente 40).
- Personas que no pueden perder peso con dieta y ejercicio: Personas que, a pesar de probar repetidamente métodos como la dieta, el ejercicio o la terapia con medicamentos, no pueden perder peso de manera significativa y permanente, pierden peso y lo vuelven a ganar. La sonda gástrica puede ofrecer una solución permanente a estas personas.
- Pacientes de enfermedades relacionadas con la obesidad: Pacientes que, debido a una obesidad severa, tienen problemas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hígado graso, carga excesiva en las articulaciones de la rodilla y progresarán en estas enfermedades si no pierden peso.
- Preparados psicológica y físicamente para la cirugía: Las personas que se han sometido a las evaluaciones necesarias (dietista, psicólogo, endocrinólogo, etc.) en el preoperatorio están convencidas de que pueden adaptarse a los cambios que experimentarán después de la cirugía. El paciente debe estar dispuesto a cambiar radicalmente su dieta y estilo de vida después de la cirugía.
- Personas obesas de 18 a 65 años: Por lo general, se administra en adultos mayores de 18 años y en aquellos que no tienen factores de riesgo graves en la vejez. Sin embargo, en casos especiales, también se puede administrar a pacientes más jóvenes (adolescentes con obesidad muy grave) o mayores (mayores de 65 años, teniendo en cuenta los riesgos adicionales) con la decisión de un especialista.
Cada paciente debe ser evaluado individualmente en la decisión de someterse a una cirugía gástrica tubárica y debe ser aprobado por un equipo de especialistas en cirugía de la obesidad. Antes de la cirugía, se confirma la idoneidad del paciente para la cirugía mediante un examen médico detallado (análisis de sangre, endoscopia, evaluación cardiológica, etc.).
Posibles riesgos y complicaciones
Como ocurre con cualquier cirugía, la cirugía gástrica tubárica tiene algunos riesgos, pero cuando la realizan cirujanos experimentados en las condiciones adecuadas, estos riesgos son bastante bajos. Los principales riesgos sobre los que se debe informar a los pacientes son:
- Riesgo de fuga (fuga): Uno de los riesgos más importantes de la cirugía gástrica tubárica es que se produzcan fugas en cualquier punto de la línea donde se corta el estómago y se sutura con una grapadora. Esta afección requiere una intervención inmediata, ya que la infiltración del contenido gástrico en el abdomen puede provocar una infección grave (peritonitis). El riesgo de fuga es poco probable (generalmente se notifica entre el 1 y el 2%), pero si se produce, es posible que se requieran cuidados intensivos y una segunda intervención quirúrgica. Las pruebas de detección de fugas y la aplicación de la técnica adecuada durante la cirugía tienen como objetivo minimizar este riesgo.
- Hemorragia: Puede haber sangrado en la línea de la grapadora, a través de la cual se corta el estómago, o en los vasos circundantes. Con frecuencia, las pequeñas fugas se detienen por sí solas o se controlan durante la cirugía. En raras ocasiones, si después de la cirugía se presenta una hemorragia que no se detiene, puede ser necesario volver a detener la hemorragia mediante una intervención quirúrgica. El riesgo de hemorragia grave es inferior al 1% en las cirugías gástricas tubáricas.
- Obstrucción vascular (candidiasis por coágulos): En pacientes con obesidad, existe el riesgo de desarrollar un coágulo intravascular debido a la inmovilidad en el postoperatorio. La expulsión de este coágulo hacia el pulmón (Embolia pulmonar) es una complicación grave. Para evitarlo, en el período anterior y posterior a la cirugía, se fabrican agujas anticoagulantes, se coloca al paciente un calcetín varicoso y se le permite caminar lo antes posible. Gracias a estas medidas, el riesgo de formación de coágulos es bastante bajo (una probabilidad de varios miles).
- Infección: Existe la posibilidad de desarrollar una infección en la cavidad abdominal o en lugares de incisiones. Dado que se utiliza el método laparoscópico, el riesgo de infección es bajo en comparación con las cirugías abiertas. Las infecciones superficiales que pueden ocurrir se pueden tratar con antibióticos. Muy raramente se produce una infección intraabdominal grave (por ejemplo, un absceso).
- Constricción (estenosis): En algunos pacientes, el tubo gástrico recién formado puede endurecerse o estrecharse demasiado a medida que cicatriza. Esto crea dificultades para expulsar los alimentos sólidos. Con los métodos endoscópicos de dilatación (como la dilatación con balón), este problema suele solucionarse; en muy raras ocasiones, puede ser necesaria una nueva cirugía.
- Reflujo y acidez estomacal: Después de la cirugía gástrica por sonda, algunos pacientes pueden presentar quejas de que el ácido del estómago se escapa hacia el esófago (reflujo) o pueden aumentar las quejas de reflujo existentes. El reflujo se controla mediante ajustes en la dieta, la hospitalización y, si es necesario, la farmacoterapia. En el caso de un reflujo intenso y no pasajero, puede ser necesario cambiar a un método quirúrgico diferente (por ejemplo, un bypass gástrico), aunque en raras ocasiones.
- Deficiencias nutricionales: Debido a que el volumen del estómago disminuye, especialmente en los primeros meses, los pacientes pueden tener dificultades para obtener suficientes nutrientes. El seguimiento del dietista es importante para evitar deficiencias de proteínas, vitaminas y minerales. Cuando se considere necesario, se deben utilizar suplementos vitamínicos (como la vitamina B12, la vitamina D, el ácido fólico, etc.) y minerales (como el hierro y el calcio).
- Otros posibles problemas: Debido a la rápida pérdida de peso, se pueden observar afecciones como la pérdida temporal del cabello, la formación de cálculos en la vesícula biliar y el desarrollo de hernias en la pared abdominal (especialmente con grandes pérdidas de peso, incisiones quirúrgicas o lugares de incisiones antiguas). Muchos de estos riesgos son problemas que se pueden prevenir o tratar.
En general, la cirugía gástrica tubárica es un método seguro en manos experimentadas y la incidencia de complicaciones graves es baja. Según las estadísticas internacionales, el riesgo de muerte debido a esta operación es inferior a mil, es decir, incluso menor que el riesgo de sufrir un accidente automovilístico grave. Se debe informar al paciente sobre los posibles riesgos de la cirugía y no debe interrumpir el seguimiento postoperatorio.
Proceso de curación
El proceso de recuperación después de la cirugía gástrica tubárica implica tanto la curación de las incisiones quirúrgicas como la adaptación del cuerpo al nuevo y pequeño estómago. En los primeros días después de la cirugía, los pacientes suelen iniciar la alimentación con agua y líquidos transparentes. Dado que el volumen del nuevo estómago es muy pequeño, incluso unos pocos sorbos de agua al principio pueden crear una sensación de saciedad. Durante su estancia en el hospital, nuestro equipo controlará cuidadosamente la cantidad de líquido que recibe y su tolerancia. En los primeros días, las náuseas o los vómitos son mínimos, pero si se presentan, puedes aliviarte administrándote los medicamentos necesarios.
La nutrición después del alta pasa por ciertas etapas:
- Primeras 2 semanas (período de líquidos): Solo se toman alimentos líquidos, como agua, sopa sin granos, jugo de compota sin azúcar, té de hierbas, leche y bebidas complementadas con proteínas. Las comidas se organizan de tal manera que se distribuyen en volúmenes muy pequeños y a intervalos frecuentes. Durante este período, es muy importante beber sorbos y consumirlos lentamente.
- 2-4 semanas (período de puré): Bajo el control del dietista, se cambia a alimentos con una consistencia de puré líquido. Se pueden consumir alimentos como sopas pasadas por una licuadora, yogur, puré de verduras y frutas y huevos con una consistencia blanda. Una vez más, las porciones son pequeñas y se deben comer lentamente. El paciente debe tener cuidado de tomar alimentos con un contenido nutritivo, ya que aún se saciará rápidamente.
- Semanas 4-8 (período de alimentos blandos): Se añaden alimentos sólidos que se pueden triturar. Por ejemplo, se pueden consumir verduras bien hervidas, carne con una consistencia muy blanda o frutas blandas como pollo (guisado), queso y plátanos. Al cambiar a alimentos sólidos, cada alimento nuevo debe probarse individualmente y debe observarse la reacción del cuerpo.
- Semana 8 y después (período normal de alimentación): Después de la aprobación de su médico y dietista, cambie a alimentos normales, siempre que sean saludables y equilibrados. Durante este período, el control de las porciones también debe ser un hábito permanente. Su objetivo es evitar los alimentos ricos en calorías, azucarados y grasos, consumir una dieta rica en proteínas. En las comidas, se recomienda consumir primero alimentos de origen proteico (carne, pollo, pescado, legumbres, productos lácteos) y luego cambiar a verduras y frutas. Los carbohidratos como el pan, el arroz y la pasta se reducen al mínimo.
Los pacientes suelen ser los primeros después de la cirugía 1-2 semanas Podrán realizar su trabajo diario, pero es posible que tarden algunas semanas en recuperar toda su energía. Se debe evitar el ejercicio intenso durante el primer mes, pero se deben fomentar las actividades físicas, como caminar con ligereza. También se pueden permitir actividades como la natación, ya que las zonas de las vetas se habrán curado después de aproximadamente un mes. 6-8 semanas Después de eso, el paciente puede comenzar gradualmente a realizar ejercicios más intensos, como el levantamiento de pesas, con la aprobación del médico.
El proceso de adelgazamiento después de la cirugía gástrica tubárica es rápido: en los primeros 3 meses se produce una parte notable del exceso de peso, al cabo de 6 meses, los pacientes caen significativamente por debajo de su peso inicial. Habitualmente después de la cirugía 12 a 18 meses en él es posible deshacerse del 50-70% del exceso de peso. En este proceso, se realizan controles médicos y dietistas periódicos; se controlan el estado nutricional del paciente, los niveles de vitaminas y minerales y el estado general de salud. Si es necesario, se organizan suplementos o se realizan cambios en el plan nutricional.
Con la pérdida rápida de peso, hay varios cambios en el cuerpo: aumenta la movilidad, en enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, a menudo se observan mejoras dramáticas. Los pacientes se deshacen de muchos medicamentos que tenían que usar antes. Sin embargo, pueden producirse efectos secundarios temporales, como una fuerte caída del cabello, en los primeros 6 meses, que se detienen cuando el cuerpo recupera su nuevo equilibrio y el cabello comienza a crecer nuevamente.
Lo importante en el proceso de recuperación es que los pacientes sigan estrictamente la dieta y el estilo de vida recomendados y no descuiden su control. La cirugía es una herramienta; el principal éxito viene con el uso correcto de esta herramienta. Del mismo modo que puede ser necesario el apoyo psicológico durante el proceso de pérdida de peso, el apoyo de los familiares del paciente también es valioso para la motivación.
Cirugía gástrica tubular en el Hospital Central de Estambul
Hospital Central de Estambul, Cirugía de obesidad Tiene altas tasas de éxito en cirugías estomacales por sonda con cirujanos generales experimentados que se especializan en un enfoque de tratamiento multidisciplinario. Los pacientes que contemplan una operación gástrica tubárica en nuestro hospital primero se someten a una evaluación integral. En este proceso, nuestros especialistas en endocrinología, cardiología, neumología y psiquiatría examinan al paciente para descartar situaciones que puedan interferir con la cirugía y determinar si el paciente está listo para el procedimiento quirúrgico. Además, nuestros dietistas analizan los hábitos alimenticios del paciente y planifican una dieta preliminar, si es necesario, en el período preoperatorio.
Las cirugías se realizan en nuestros quirófanos de última generación, con equipos totalmente equipados y cirujanos con experiencia en el campo de la cirugía de la obesidad por método cerrado se lleva a cabo. Nuestro equipo de anestesiología conoce bien los requisitos específicos del manejo de la anestesia en pacientes obesos y garantiza la seguridad del paciente durante toda la operación. Después de la cirugía gástrica tubárica, recibimos a nuestros pacientes en sus cómodas habitaciones, garantizando su movilización (caminar, moverse) desde el primer día. Nuestro equipo de enfermería brinda apoyo continuo al paciente en lo que respecta al control del dolor, el cuidado de las heridas y la nutrición.
En el Hospital Central de Estambul, el cuidado postoperatorio es tan importante como la propia cirugía. Nuestros dietistas equipan a nuestros pacientes con un programa de nutrición detallado al momento del alta y les informan sobre cualquier afección que puedan encontrar antes de los chequeos posteriores. Nuestros pacientes son llamados a hacerse chequeos a intervalos periódicos, como la primera semana después del alta, el primer mes, el tercer mes, el sexto mes y el primer año después del alta, y su estado de salud general es monitoreado de cerca. En cada control, se realizan análisis de sangre y se evalúan los niveles de vitaminas y minerales, y se recomienda la administración de suplementos si es necesario.
Además, nuestro hospital cuenta con un programa de apoyo para personas que se han sometido a una cirugía de obesidad. Como parte de este programa, ayudamos a nuestros pacientes a adaptarse a sus nuevos estilos de vida ofreciéndoles seminarios de educación para pacientes, recomendaciones de ejercicios y servicios de asesoramiento psicológico. Como Hospital Central de Estambul, nuestro objetivo es que todos los pacientes que se hayan sometido a una cirugía gástrica tubárica puedan perder peso de manera segura, recuperar su salud y hacer que esta afección saludable sea permanente. En este viaje, apoyamos a nuestros pacientes en cada paso del camino.
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